Neiva
No se puede negar que Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, brilla con luz propia y eso quedó demostrado ayer, durante su visita a Neiva en medio de una apretada agenda que inició con una rueda de prensa con medios locales, continuó en la Universidad Surcolombiana y concluyó en el Teatro Pigoanza.
Quedó claro que no requiere que nadie la presente o la describa. Ella, ya no es ninguna desconocida, y se hace sentir. Tiene personalidad fuerte, no le baja la cabeza a nadie, aseguró uno del Pacto Histórico.
A estas alturas, tal vez ni ella misma se lo cree, pues es innegable que despierta toda clase de sentimientos y también pasiones, en un país con una polarización ahondada en esta campaña política, así ella se empeñe en negarlo.
Francia Márquez poco sonríe o expresa sus sentimientos, le cuesta. Pese al entusiasmo desbordado con el que fue recibida en el céntrico hotel donde se concentró la prensa local así como varios de los miembros del equipo del Pacto Histórico en el Huila, ella solo contestó a los saludos y abrazos con algún gesto hecho con la cabeza. Algunas tímidas sonrisas esbozadas durante el evento fueron escasas.
Llegó acompañada de un nutrido grupo de escoltas que no le quitaba la mirada de encima, así como de varios de los miembros del Polo Democrático como el ex senador huilense, Jaime Dussán.
Asimismo, hacían parte de su comitiva, dos hombres, al parecer muy cercanos a ella, que aunque no musitaron palabra alguna, no se le despegaban.
Pero Márquez no parece necesitar quién la acompañe. Se desenvuelve sola, tanto en sus reuniones como en sus luchas. En esas siempre ha sido vista, desde pequeña en su natal Cauca de donde es oriunda.
Fue precisamente allá, en esas tierras, en medio de la violencia que por décadas ha dominado la zona donde forjó su carácter y desde temprana edad supo aprender a defenderse sola, a ser totalmente independiente.
Incluso en sus intervenciones no se pega de las palabras de nadie, ni siquiera de las de Petro a quien entre otras cosas, casi no nombró, al menos durante la rueda de prensa. Es que ella se convirtió en lideresa desde hace muchos años y eso le ha permitido adquirir la experiencia necesaria para saber cómo desenvolverse, sin apoyo alguno.
Después de todo fue ella quien dirigió marchas y protestas en contra de la explotación minera en su región y de eso dan cuenta quienes han acompañado sus luchas e incluso los que la tuvieron que escuchar aunque fuera de obligados.
Otro cantar
Pero ahora, Francia va más allá del discurso ambiental, sin abandonarlo, pues es claro que fue con él que inició su lucha. Ahora también habla de lo que tiene que hacerse en el campo, de las vías de acceso que no hay para transportar los productos desde las parcelas y hasta de la propuesta de transformación de los cultivos ilícitos.
Eso sí, no le faltan pelos en la lengua para responderles a quienes según ella, la han señalado de ser guerrillera por el hecho de venir de una región golpeada e influenciada por grupos armados ilegales.
“Funcionarios, políticos, senadores y representantes han salido a señalarme de ser guerrillera. El hecho de haber crecido en la montaña en Cauca, no me hace una guerrillera. Nosotros nos hemos enfrentado a actores armados en nuestros territorios. En mi comunidad nos hemos enfrentado para que no siembren cultivos ilícitos y nuestra vida ha estado en riesgo por eso”, dijo.
Recuerda que incluso por cuenta de su decisión de enfrentar la minería ilegal, ha estado en riesgo permanente, como consecuencia de acciones en su contra provenientes de actores armados y otros sectores.
Por eso, asegura que un eventual gobierno del Pacto Histórico no será el que mate a quienes salgan a protestar al tiempo que advirtió que deberá ser el movimiento social el que esté atento a lo que pueda ocurrir con quienes intenten impedir gobernar.
¿Cuál polarización?
A Márquez no la convence que se diga que el país está polarizado. Por el contrario, sostiene que se trata de un discurso inventado por quienes están en el poder.
“Este país tiene derecho a expresarse y antes del proceso de paz nadie hablaba de polarización. Eso surgió con el discurso de la paz. Tristemente este gobierno y su partido hicieron toda una campaña para polarizar el país, para ponernos en esa discusión entre si queríamos paz o guerra. Y muchos colombianos de manera engañosa terminaron votando por sostener la guerra y eso traduce en la violencia que estamos viviendo en los territorios…”, aseguró.
Insistió en que caer en lo que llama el ‘cuento de la polarización’ es aceptar que no hay democracia en la que se puede discutir.
Añadió que lo que tiene mal al país es la corrupción, el robo de 50 billones de pesos anuales, la falta de educación las escasas condiciones para que los campesinos puedan producir y el conflicto armado, así como la dirigencia política que ha gobernado durante muchos años.