El departamento del Huila vivió ayer una de sus peores jornadas electorales, por cuenta de la pérdida de la representatividad en el Congreso de la República. Los huilenses castigaron en las urnas a su vieja clase política, mientras que la sorpresa la dio el Pacto Histórico.
Neiva
Con una pérdida estruendosa de representación en el Congreso de la República amaneció hoy el departamento del Huila, luego de una jornada electoral que trajo muchas sorpresas pero también demasiadas lecciones.
Para muchos, no cabe duda de que los huilenses pasaron su cuenta de cobro por una deuda histórica, y a qué precio. El departamento se queda solo con una representación en el Senado con la conservadora Esperanza Andrade, quien con las justas logró pasar, pues la noche anterior alcanzó por momentos, a quedar por fuera. Sin embargo, aún no todo está dicho.
Mientras tanto por la Cámara, el Huila logró sacar cuatro representantes, dos del partido Cambio Radical, una por Pacto Histórico y otro por el Liberal.
Pero sin duda alguna, la sorpresa ha sido la ex concejala Leyla Rincón, del Pacto Histórico. Y es una sorpresa porque tradicionalmente el Huila no le ha votado a la izquierda dado que el poder ha estado centrado en manos de la vieja y rancia clase política representada por los partidos tradicionales.
Eso significaría entonces, que el Pacto Histórico comienza a tomar posición en el Huila como una fuerza política importante si se tiene en cuenta que es la segunda lista más votada en el departamento.
Queda claro que no fueron suficientes ni los ríos de plata que en esta oportunidad, como en ninguna otra, corrieron por todo el departamento en la mayoría de las campañas a Senado y Cámara. Que los huilenses castigaron en las urnas, y de qué manera, a aquellos líderes que por años no los han sabido representar. Es decir, aquí hubo una votación por convicción.
Los que lo lograron
En el Senado, aunque todavía habría peligro de que se caiga, el Huila solo tendrá a la conservadora Esperanza Andrade, quien logró sacar 64.290 votos, frente a los 69.056 que obtuvo hace cuatro años.
Eso significa que ni siquiera la mano poderosa de su hermano, el ex senador Hernán Andrade logró que llegara repitiendo con una votación más alta. Y eso que tenía a casi todo su partido trabajando alrededor de su curul. Pero el problema es que Esperanza ha sido señalada por sus adversarios como una congresista que poco ha hecho por el departamento y que incluso se ha aliado con el gobierno para votar por proyectos que no le hacen ningún favor al país.
Y eso se ve reflejado en la tibia votación lograda en el Huila que apenas alcanza los 20.869, mientras que en Tolima donde su hermano también fue fuerte, solo llegó a los 3.913 sufragios. Es decir, esa sería solo una de las razones por las que la curul de Esperanza está colgando de un hilo, al menos por ahora.
Entre tanto, en la Cámara de Representantes, el panorama es otro. Para empezar, el Huila tendrá a la ex concejala Leyla Rincón por el Pacto Histórico al alcanzar la suma de 34.575 votos.
Rincón logró salir adelante en medio de una campaña minada de resabios y componendas en las que abundó la plata y el poder de algunos de sus contrincantes. Ella ondea las banderas por la defensa del agua y el territorio, los cuales ha prometido defender en el Congreso de la República.
Víctor Andrés Tovar, de Cambio Radical por su lado, no se queda atrás pues alcanzó la no despreciable suma de 42.324 votos, una de las más altas en el departamento. Eso sí, hay que decir que no solo contó con el apoyo de su partido, pues de otras corrientes también le llovieron ayudas, incluso de reconocidos y tradicionales líderes políticos.
Aunque sus cercanos y amigos políticos aseguran que Tovar representa la renovación de la política, eso habrá que verlo, pues se ha dicho de todo. Que tuvo la alcaldía de Neiva a su entera disposición así como otras en el resto del departamento y por eso su campaña fue una de las más visibles.
No tuvo problemas de financiamiento y sus reuniones convocadas por representantes de todas las vertientes políticas, eran solo una muestra de lo que iba a pasar el día de las elecciones.
Sin embargo, Tovar no la tendrá fácil ya que para comenzar, desde ahora se preparan demandas en su contra debido a que presuntamente está inhabilitado para mantener su curul porque su madre es la alcaldesa de Tarqui, así ella haya pedido una licencia no remunerada.
Si bien en el Consejo Nacional Electoral se dijo que no tenía problema alguno, pues la verdadera batalla jurídica la tendrá que librar en el Consejo de Estado, donde tienen la última palabra.
Cambio Radical logró una segunda curul en la Cámara huilense con el actual representante Julio César Triana, quien obtuvo 31.941 votos, lo que indica que creció si se tiene en cuenta que hace cuatro años logró sacar 21.026.
Con todo, Triana no la tuvo fácil y tuvo que redoblar esfuerzos en esta campaña ya que no era secreto que su contrincante más fuerte, Víctor Andrés Tovar le respiró en la nuca, todo el tiempo. Incluso, se rumoró de supuestos desencuentros entre los dos.
Pero también es cierto que Triana no siempre fue bien recibido. Fuentes de su partido sostienen que hubo momentos incómodos en plena campaña debido a los reclamos de quienes no lo veían como un verdadero representante del Huila en la Cámara.
Triana hizo una campaña agresiva en redes sociales en las que hasta se mostró como un gran conocedor e impulsor del turismo en el departamento, cosa que para muchos no resulta creíble y solo se trató de oportunismo electorero.
Por último, el Partido Liberal repite curul en la Cámara con la que parece indestronable, Flora Perdomo. Se alzó con 37.091 votos frente a los 22.435 de hace cuatro años.
La congresista cuenta con el apoyo incondicional y eterno de la casa Villalba. Si bien Flora Perdomo no ha logrado destacarse ampliamente en la Cámara, resulta interesante ese crecimiento en la votación obtenida ayer.
Sus detractores sostienen que Flora Perdomo es tibia, que su voz no se escucha en el Congreso y que su rol como congresista no le ha dado mayores réditos al departamento. Con todo y eso, se queda con su curul, por otros cuatro años.