Es cierto, los casos reportados como positivos para Covid en el departamento del Huila no son gran cosa en este momento, si comparamos con las cifras astronómicas registradas en meses anteriores. Es verdad que las UCI para pacientes con el virus están tan solas que asustan.
Sin embargo, si comparamos con las cifras de toda la semana pasada, nos encontramos con que poco a poco vienen aumentando. Por ejemplo, el martes anterior después de puente los reportes arrancaron con solo dos, y al sábado ya estábamos en 16, sin contar con las de ayer.
Dirán algunos, ah pero eso no es nada!!! No señores, no podemos formarnos un concepto definitivo con base en unas cifras pequeñas por varias razones. La primera es que según afirmaciones de expertos, de una u otra forma las pruebas no siempre son confiables, es decir, hay un margen de error y puede que la suya le salga negativa pero es probable que en realidad sí tenga el virus. Hay infinidad de casos.
Y por otro lado, no olvidemos que son muchos los que pasan de agache. O mejor dicho que no se registran en las estadísticas de las autoridades de salud porque es cierto que la vacuna es mucho lo que ayuda y no nos digamos mentiras, pero si usted no se siente tan mal, pues prefiere guardarse en su casa unos días y evitarse la fatiga de ir a que le hagan la dichosa prueba. Por eso, de su maluquera solo se enterarán, si acaso en su familia.
Pero ojo, el tema no es tan sencillo. Resulta que la gente se relajó. Basta recorrer algunos lugares en Neiva para encontrarse con la gran cantidad de tomaderos y sitios de expendios de comida repletos de gente sin tapabocas y en montonera como si la pandemia hubiera desaparecido como por encanto. Ah, y sin contar con los tumultos en los llamados gastrobares y discotecas, todo sin control alguno. Me dicen que en el resto de los municipios del Huila es peor el panorama.
Por eso muchos se preguntan, bueno, ¿y los tales aforos? ¿Quién está controlando eso? ¿En verdad se está cumpliendo con las medidas fitosanitarias en lugares de rumba? Es que hasta las propias entidades de salud están fomentando el desorden como ocurrió el sábado anterior con la jornada de vacunación para los más chicos con largas filas y cualquier cantidad de gente amontonada esperando turno.
El llamado urgente es para la comunidad pero también para las autoridades a extremar los cuidados y los controles. Lo que está pasando en Europa no es de poca monta. Otra vez hay alarma por el crecimiento de casos de contagio de Covid y ya se habla de confinamientos próximos en varios países. Y si eso ocurre en el primer mundo por cuenta de los indisciplinados más los necios que se niegan a vacunarse, pues qué podremos esperar en esta parte del mundo.
Que no llegue diciembre y nos toque volvernos a encerrar porque el Covid se volvió a desbordar. Ojalá la alegría del fin de año, la expectativa de volver a celebrar en familia y reactivar la economía se vaya al tacho de la basura por cuenta de la irresponsabilidad de los indisciplinados. La pandemia no se ha ido, sigue ahí, y según la OMS pues lo hará cuando el mundo quiera, pero al paso que vamos, hay dudas de que sea pronto.